Poca gente piensa en este cereal fuera del contexto de una sartén, pero sus propiedades absorbentes y abrasivas lo distinguen.
El arroz se convierte en un héroe silencioso en situaciones en las que la química es impotente o indeseable, informa un corresponsal de .
Rescata aparatos electrónicos dañados accidentalmente por el agua o la alta humedad. El aparato, ya sea un teléfono o una cámara, se entierra en un recipiente profundo de arroz seco durante uno o dos días.
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El grano extrae la humedad de los lugares más difíciles de alcanzar y, a menudo, devuelve la vida a la maquinaria. Este método no ofrece una garantía del cien por cien, pero en caso de pánico se convierte en el primer paso seguro.
También puede utilizarse para limpiar el estrecho cuello de un jarrón o decantador de la inerradicable cal. Vierta un puñado de arroz en un cuenco, añada agua tibia con una gota de detergente y agite enérgicamente.
Los finos granos actúan como un exfoliante suave, eliminando la suciedad sin rayar el cristal. Después de este procedimiento, el vaso brilla cristalino sin una pizca de rayas.
Un salero o pimentero atascado también es más fácil de limpiar con unos granos. Actúan como una minigoma, penetrando en los agujeros y expulsando la sal atascada.
El arroz en una bolsa de tela, calentado en el radiador o en el microondas, constituye una maravillosa almohadilla térmica seca. Se mantiene caliente durante mucho tiempo, aliviando un músculo dolorido o calentando los pies fríos.
Por último, sirve de peso y relleno perfecto para juguetes caseros antiestrés o topes de puertas. La sémola no levanta polvo, no se estropea con el tiempo y cruje agradablemente.
Este cereal blanco merece claramente un lugar de honor no sólo en la estantería de la cocina. Su versatilidad es un tranquilo recordatorio de la sabiduría de las soluciones sencillas.
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