Imagina que dejas tu dacha durante una semana, pero tus tomates y pepinos siguen recibiendo la humedad exactamente a la hora prevista.
Para realizar este sueño, no es en absoluto necesario gastar en complejos y caros sistemas con temporizadores y sensores, informa el corresponsal de .
El sistema más sencillo de riego automático se puede montar a partir de medios improvisados, que se pueden encontrar en cualquier garaje. La protagonista de este proyecto es una botella grande de plástico, preferiblemente de cinco o incluso diez litros.
Cuanto mayor sea el volumen, más tiempo podrá funcionar sin tu participación. El principio se basa en la percolación lenta y gradual del agua a través de pequeños orificios directamente a las raíces de las plantas.
En la tapa de la botella tienes que hacer unos cuantos agujeros finos, utilizando el clavo o la aguja más pequeños. Su número y diámetro determinarán directamente el caudal de agua.
Antes del primer uso, asegúrate de probar el diseño llenando la botella y observando con qué intensidad gotea el agua. El fondo de la botella debe estar completamente cortado o tener también un agujero grande para permitir que se llene de agua y entre aire.
Sin acceso al aire, se creará un vacío dentro de la botella y el agua simplemente dejará de salir. Ésta es una importante ley física que te beneficiará.
La botella se entierra en el suelo junto a la planta con el cuello hacia abajo a una profundidad de unos 10-15 centímetros. Es importante colocarla lo suficientemente cerca del sistema radicular sin dañar las propias raíces.
De este modo, la humedad irá exactamente al lugar adecuado sin esparcirse por la superficie y alimentar a las malas hierbas. Este método proporciona un riego directo y selectivo de la zona radicular, lo que resulta especialmente valioso para los cultivos amantes de la humedad, como los pimientos o las berenjenas.
Las hojas permanecen secas, y ésta es la mejor prevención contra enfermedades fúngicas como la fitóftora o el oídio, que adoran un entorno húmedo. El consumo de agua es muy económico, ya que toda la humedad va directamente a la planta, sin pasar por la fase de evaporación desde la superficie del suelo.
Es ideal para suelos arenosos que no retienen bien el agua o para zonas en pendiente en las que el riego convencional provoca escorrentías. Este sistema se puede adaptar fácilmente conectando una punta de goteo médica ordinaria al cuello de la botella.
Con su ayuda, podrá organizar una auténtica red de riego para varios arbustos al mismo tiempo, regulando la intensidad del suministro de agua con una pinza. La imaginación y el ingenio convierten una parcela de dacha en un polígono para experimentos de ingeniería.
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