Al oír un ronroneo, la mayoría de los dueños declaran con confianza que su mascota está experimentando felicidad.
Sin embargo, este sonido acompaña al gato en las situaciones más diferentes, a veces opuestas en colorido emocional, informa el corresponsal de .
Los científicos durante mucho tiempo discutieron sobre el origen del ronroneo, porque los gatos no tienen un órgano especial para su publicación. Ahora la versión dominante es que estas vibraciones nacen en la laringe debido a la contracción rápida de los músculos cerca de las cuerdas vocales.
La gama de frecuencias del ronroneo de un gato oscila entre 20 y 150 hercios, lo que tiene un efecto realmente mágico. Las investigaciones confirman que esas frecuencias pueden acelerar la regeneración de tejidos y la curación de fracturas.
Esto explica por qué un gato ronronea cuando siente dolor o se recupera de una herida. Literalmente, se está curando a sí mismo, utilizando su mecanismo terapéutico natural.
Pero ese mismo sonido también es una poderosa herramienta de comunicación. Los gatitos recién nacidos, aún ciegos y sordos, encuentran a su madre por las vibraciones de su ronroneo.
Para ellos, es una señal de total seguridad y estrecho vínculo, que empiezan a reproducir a los dos días de vida. La veterinaria Anna Semenova observa en su consulta que los gatos suelen ronronear cuando se sienten muy estresados, por ejemplo, en la clínica.
No se trata de una expresión de placer, sino de un intento de tranquilizarse en una situación estresante. El propietario debe prestar atención al contexto para entender correctamente a la mascota.
Curiosamente, el ronroneo también puede ser una manipulación persistente. Si se le deja en un piso tranquilo, un gato no siempre se duerme en su silla favorita.
El comportamiento de un animal de compañía en la soledad depende directamente de su carácter, su experiencia pasada y el grado de apego al dueño. Algunos animales toleran la separación con calma, mientras que para otros se convierte en una fuente de verdadero estrés.
Las manifestaciones de añoranza pueden ir desde fuertes maullidos ante una puerta cerrada hasta la apatía total y la negativa a comer. Algunos gatos se lamen compulsivamente, hasta el punto de crearse calvas, mientras que otros lo hacen con los muebles o los zapatos.
Todos estos son signos de que la mascota no sabe estructurar su tiempo sin la sociedad humana. La zoopsicóloga Olga Kameneva subraya que los gatos no son criaturas tan independientes como se cree.
Necesitan compañía y ejercicio mental, que en el entorno natural les proporciona la caza. La vida en el hogar, privada de tales retos, crea aburrimiento, que se convierte en comportamiento destructivo.
Para minimizar los efectos negativos, merece la pena enriquecer el entorno de tu mascota. Comederos interactivos, rompecabezas con golosinas e incluso simples cajas de cartón con ranuras estimulan la inteligencia del gato.
Un alféizar con vistas al exterior se convierte en una serie gratuita e interminable sobre la vida de pájaros y ardillas. Una conocida instaló una cámara bidireccional en casa y se sorprendió al descubrir que su esfinge le «hablaba» durante horas a través del aparato.
La voz de su dueña tenía un efecto tranquilizador sobre él, a pesar de que se encontraba a decenas de kilómetros de distancia. La tecnología se convirtió para ellos en un puente para compensar la separación forzosa.
Curiosamente, algunos gatos, por el contrario, sólo en soledad muestran su verdadera actividad. Corretean por el piso, juegan con juguetes escondidos y hacen maravillas acrobáticas, una vez cerrada la puerta. La presencia de una cámara ayuda a revelar estos rituales secretos.
Cuando salga de casa, deje a su gato algo suyo: una camiseta o una almohada. Un olor familiar tiene un efecto calmante sobre el animal, creando la ilusión de tu presencia.
Es una forma sencilla pero eficaz de reducir sus niveles de ansiedad. La clave está en recordar que cada animal es diferente.
Ser observador y estar dispuesto a adaptarse a las necesidades de tu mascota convierte la difícil experiencia de la soledad en un proceso manejable. La vuelta a casa debe ser una celebración para tu mascota, no el final de una espera angustiosa.
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