Esta sustancia se ha convertido en parte integrante de la cultura y los rituales matutinos. rendimientopero sus efectos sobre el organismo son más complejos de lo que parece.
Según un corresponsal de , la cafeína no proporciona energía, sino que sólo enmascara temporalmente la fatiga al estimular artificialmente el sistema nervioso.
Una vez en el organismo, bloquea los receptores de adenosina responsables de la señalización del cansancio y la somnolencia. Al mismo tiempo, libera adrenalina, que da la sensación de un subidón de energía y una mayor atención.
El efecto positivo depende en gran medida de la tasa genética individual de metabolismo de la cafeína y de la tolerancia adquirida. Para una persona, una taza de café por la tarde le garantizará una noche de insomnio, mientras que otra se dormirá en una hora.
El consumo regular y excesivo agota las glándulas suprarrenales y puede conducir a un círculo vicioso: fatiga – estimulación – más fatiga. El hombre experimentó de primera mano que la reducción gradual de su dosis de café le devolvía la energía natural por las mañanas sin picos repentinos.
Es importante recordar que la cafeína no sólo se encuentra en el café, sino también en el té, las bebidas energéticas, los refrescos de cola e incluso el chocolate negro, lo que puede provocar fácilmente una sobredosis indetectable. Un consumo moderado, unas 1-2 tazas de café de calidad por la mañana, es seguro para la mayoría de las personas e incluso tiene una serie de beneficios para la salud.
Sin embargo, merece la pena tomarse de vez en cuando unas «vacaciones de café» para restablecer la tolerancia y permitir que el organismo recupere sus propios mecanismos de alerta. La cafeína es una herramienta, no un combustible, y debe utilizarse con prudencia.
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