Él le regala joyas caras, y ella sueña con pasar una tarde de conversación sincera.
Ella le cuida y le mima preparándole comidas elaboradas, mientras que él anhela escuchar palabras de ánimo antes de una reunión importante, informa .
Estas situaciones son una manifestación clásica del desajuste de los «lenguajes del amor», un concepto introducido por el psicólogo estadounidense Gary Chapman.
Según su teoría, hay cinco formas básicas de expresar y percibir el amor: palabras de ánimo, tiempo, regalos, ayuda y tacto. Cada persona elige intuitivamente su lenguaje primario, y los problemas empiezan cuando las parejas tienen lenguajes diferentes.
Nos empeñamos en demostrar nuestro amor de formas que tienen sentido para nosotros, pero el mensaje simplemente no llega. Darse cuenta de este simple hecho puede dar un vuelco a una relación, librándola de toneladas de malentendidos y resentimientos.
En lugar de acusar al amado de insensibilidad, vale la pena ser curioso y entender qué lenguaje habla. Para ello, simplemente observa cómo tu pareja muestra preocupación por ti, y qué es lo que más suele pedir para sí mismo.
Un joven se quejaba de que su novia no aprecia en absoluto sus esfuerzos, porque arregla constantemente los electrodomésticos de su piso. Al mismo tiempo, ella le reprochaba su falta de atención, porque todas sus visitas se limitaban a reparar una batidora estropeada.
El lenguaje del «tiempo» era importante para ella: no una ayuda indirecta, sino una comunicación directa y sin prisas. Prueba a preguntar directamente a tu pareja: «¿Cuáles son algunas de las cosas que hago que te hacen sentir verdaderamente querido?».
La respuesta puede ser completamente inesperada y te abrirá los ojos a muchas cosas. Tal vez tu pareja no necesite grandes gestos y le baste con cogerte de la mano mientras veis una película.
Para empezar, por supuesto, vale la pena empezar poco a poco – si resulta que para tu alma gemela es importante el lenguaje «ayudar», no hace falta que hagas urgentemente una limpieza general de toda la casa. Sólo lavar una taza para él o llenar su coche con gasolina en el camino al trabajo.
Estas pequeñas señales, adaptadas al lenguaje de tu pareja, hablan más alto que cualquier confesión en voz alta. Aprender y aceptar poco a poco el lenguaje amoroso de otra persona es una poderosa inversión en el futuro de una relación.
Es un viaje desde el egocéntrico «te quiero mucho» al mucho más maduro y valioso «entiendo cómo se te debe querer». Esta transición marca la transformación del enamoramiento en amor real y consciente.
Lea también
- Por qué son necesarias las peleas: cómo los conflictos ayudan a construir una unión fuerte
- De la crisis al fin: cómo darse cuenta de que la pasión no volverá
