No lleva reloj ni mira el calendario, pero su cronómetro interno cronometra sus comidas, tu vuelta del trabajo y la hora de acostarse con sorprendente precisión.
Esto es el resultado de una observación sutil y del desarrollo de reflejos condicionados estables, según el corresponsal de .
El gato percibe perfectamente la cadena de acontecimientos que preceden a la acción deseada. El tintineo de una cuchara contra un cuenco, el sonido de la nevera al abrirse o el ritual de la colada nocturna se convierten en señales claras para él.
Mi gata me despierta todas las mañanas a las seis menos cuarto, y no lo hace insistentemente, sino tocándome suavemente la cara con la pata. Ha aprendido que después vendrá la comida, y la alteración de su horario trastorna su visión del mundo.
Los expertos en comportamiento señalan que los gatos son grandes maestros del refuerzo positivo. Ronronean, se frotan contra nuestras piernas y nos miran con ojos devotos cuando consiguen lo que quieren, animándonos a hacer lo que quieren una y otra vez.
También pueden utilizar el sabotaje suave. Tumbarse sobre el teclado del portátil cuando estás atascado en el trabajo o ponerse a jugar a todo volumen por la noche son métodos para ajustar tu rutina a sus necesidades.
A menudo, el dueño ni siquiera se da cuenta de cómo su vida se sincroniza gradualmente con los ritmos del gato. Nosotros mismos nos convertimos en parte de este sistema, fomentándolo con nuestra respuesta constante a las peticiones.
Es inútil luchar contra él, porque la lógica felina es impecable en su simplicidad. No exige, sólo señala suavemente el beneficio mutuo de seguir las reglas que ha establecido.
Admitir la derrota en esta guerra silenciosa es encontrar la armonía. Deja que el gato gestione tu tiempo y descubrirás que tu propio día se vuelve más estructurado y predecible.
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