Las agujas de pino crean el entorno perfectamente ácido que tanto gusta a las hortensias y otras plantas acidófilas.
Las agujas se descomponen lentamente, proporcionando una acidificación constante del suelo y mejorando su estructura, informa .
La propietaria de un jardín de la región de Moscú observó que sus hortensias bajo el mantillo de pino cambiaban el color de sus inflorescencias a un tono más intenso y brillante. Las plantas parecían más sanas y las floraciones duraban hasta bien entrado el otoño.
Una capa de agujas de 5-7 cm de grosor frena eficazmente el crecimiento de las malas hierbas y evita la evaporación de la humedad en los días calurosos. El agua de lluvia puede penetrar libremente a través de esta cubierta sin formar una costra superficial.
En invierno, el mantillo de coníferas protege las raíces de las plantas de los cambios bruscos de temperatura, funcionando como un aislante natural. No se pega y no obstruye el intercambio de aire, a diferencia de muchos otros materiales.
Este método es especialmente valioso en suelos alcalinos, donde las hortensias suelen sufrir clorosis y una absorción insuficiente de hierro. Permite crear condiciones óptimas sin necesidad de utilizar acidificantes químicos.
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